Multitudinario homenaje al Papa Francisco en Roma: miles de fieles visitan su tumba en Santa María

En el primer día de apertura al público, miles de fieles se congregaron en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, formando largas filas para rendir homenaje al Papa Francisco y visitar su tumba. Durante las primeras horas, se estima que unas 20.000 personas pasaron frente a su sepultura, una lápida de piedra de Liguria con la simple inscripción «Franciscus», cumpliendo así con el deseo del pontífice de mantener la sencillez aún en su último descanso.

La tumba, iluminada de forma tenue y adornada apenas con una rosa blanca, refleja la profunda humildad que caracterizó al primer papa latinoamericano. Sobre ella se exhibe una reproducción de su cruz pectoral, símbolo de su cercanía con el pueblo. Incluso antes de que la Basílica abriera sus puertas, más de 200 personas esperaban ansiosas para despedirse del líder espiritual que marcó una época en la Iglesia Católica.

La misa exequial, celebrada en la Plaza de San Pedro, reunió a más de 400.000 fieles, 50 jefes de Estado, 10 monarcas y más de 170 delegaciones internacionales. Tras el multitudinario funeral del sábado, la sepultura en Santa María la Mayor cobró especial relevancia para los católicos, ya que Francisco mantenía un fuerte lazo espiritual con esa basílica, donde solía orar ante la Virgen Salus Populi Romani antes y después de cada viaje apostólico.

Durante el domingo, la Plaza San Pedro y la Vía de la Conciliación se vieron colmadas nuevamente por una multitud estimada en más de 250.000 fieles, en su mayoría jóvenes, que participaron de una emotiva misa de luto. La celebración, originalmente destinada a la canonización del adolescente Carlo Acutis en el marco del Jubileo de los Adolescentes, se convirtió en un sentido homenaje al Papa Francisco.

Tal fue la afluencia que, una hora antes del inicio de la misa, la policía se vio obligada a cerrar los accesos a la plaza, dejando a unas 50.000 personas fuera del recinto. La celebración fue presidida por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado y considerado uno de los principales candidatos al próximo pontificado, quien exhortó a los presentes a mantener vivo el legado de Francisco a través de la misericordia y el perdón.

«La muerte del Papa el día de Pascua es una señal de esperanza», expresó uno de los jóvenes participantes, reflejando el sentir de muchos. Parolin, en su homilía, dirigió un mensaje especial a las nuevas generaciones, recordándoles los desafíos del mundo actual, como la tecnología y la inteligencia artificial, e instándolos a construir la paz desde la compasión y el respeto por el otro.

Mientras tanto, los cardenales continúan las reuniones preparatorias para el Cónclave, que comenzará el 5 o 6 de mayo, donde se elegirá al sucesor de Francisco. El dolor por su partida y la fuerza de su mensaje siguen movilizando a fieles de todo el mundo, que encuentran en su recuerdo una guía espiritual para el futuro.